Somos una Institución Educativa Católica que forma personas a ejemplo de la familia de Santa Ana: líderes solidarios y autónomos, defensores de la vida, comprometidos con la cultura para el desarrollo sostenible
y transformadores de la sociedad con una cultura de paz; a través de una educación integral de calidad que desarrolla sus facultades científicas, tecnológicas y humanísticas a la vanguardia de las exigencias de un mundo globalizado.
VISIÓN
Inspirados en la acción formadora que caracterizó a la familia de Santa Ana, al 2026 seremos una institución educativa con una gestión integral de calidad y una propuesta pedagógica a la vanguardia de las exigencias de la sociedad del siglo XXI que promueva la formación de personas íntegras, resilientes,
competentes y preparadas para enfrentar a una sociedad
globalizada, llamadas a ser líderes cristianos comprometidos con el desarrollo de la sociedad y una cultura de paz.
Carisma
Se basa en el don recibido por la Beata Rosa Gattorno y toda nuestra institución está llamada a vivirlo de la siguiente manera:
«Caminar hacia la Santidad, identificándonos con Cristo en el misterio de su pobreza, imitando a María, bajo la guía de Santa Ana su Madre, para continuar en la Iglesia nuestra Misión materna y paterna.«
VALORES
PAZ
es la tranquilidad que procede del orden, serenidad y armonía.
DEMOCRACIA
vivir en comunidad de manera que beneficie a todos.
VERDAD
concordancia entre lo que se dice y manifiesta con la palabra o con la acción.
SOLIDARIDAD
saber responder a las necesidades del prójimo.
JUSTICIA
instauración efectiva del derecho de las personas.
IGUALDAD
tenemos un mismo origen y naturaleza.
LIBERTAD
resulta de saber optar consciente y responsablemente para ser verdaderamente libre.
RESPONSABILIDAD
dar respuesta de los propios actos.
VIRTUDES
Fe
La fe es un don del Padre por el cual el ser humano se abandona confiadamente en El y se esfuerza por descubrir en los acontecimientos cotidianos su voluntad salvífica. La fe implica una nueva forma de vivir según las enseñanzas y ejemplo de Cristo, estimulándonos a acoger la Palabra de Dios. Ella transforma el ser, el ver, el juzgar, el expresarse y el actuar.
Esperanza
Es la certeza de que Dios cumple sus promesas, manifestadas a plenitud en Cristo quien nos permite descubrir el designio de Dios sobre nosotros, leer nuestra historia como historia de salvación y de amor que nos lleva hacia la plenitud de la unión con Él “nuestro único tesoro” y con el universo creado.
Caridad
La caridad es apertura incondicional al amor sin límites hacia Dios, viviendo como hijos amados por Él en comunión fraterna: “Todo el que me ama será amado por mi Padre” (Jn.11, 21). En nuestra comunidad la caridad es donación desinteresada, gozosa disponibilidad al proyecto de Dios y a las exigencias más profundas de los hermanos. Esta caridad encuentra día a día la razón de su crecimiento en el diálogo con Dios, en la participación Eucarística y en la comunión con los hermanos.
Mansedumbre
Es expresión de benevolencia y dulzura, esta virtud es el camino escogido por Jesús para anunciar el Reino de Dios; Él es manso y se presenta como modelo a imitar, Él es alivio en las fatigas, y obra con inaudita dulzura frente a los pecadores, que llama “amigo” al traidor, y que, al final, se deja conducir a la muerte como “oveja que ante los que la trasquilan está muda” (Is. 53, 7).
Humildad
La humidad lleva a la persona a reconocerse como creatura de Dios. Él es origen y fin de todo. La humildad constituye el fundamento de la vida y de las enseñanzas de Jesús: “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt. 11,29). Para los miembros de la familia Aneña, vivir la humildad es reconocer su realidad, su condición de creatura y también su semejanza con Dios. Aceptar sus límites y capacidades para ponerlas al servicio de los demás, creando relaciones de respeto a la dignidad propia y de sus hermanos.
Prudencia
La prudencia es la luz que entre dos cosas te hace escoger siempre aquella que mejor te conduce a adquirir y acrecentar la única riqueza imperecedera, que es el amor de Dios. Esta virtud guía a la persona en el ámbito del actuar, en la elección de las cosas que hacer para alcanzar la perfección cristiana y la santidad. Para la familia de Santa Ana, vivir en prudencia implica disposición habitual al equilibrio entre la pasividad y el activismo, es capacidad de afrontar riesgos y de decidir en los casos sencillos o difíciles buscando soluciones mejores para el bien común.
Sencillez
Virtud considerada como el reflejo de la simplicidad de Dios, propia de los pobres y característica de la espiritualidad de la familia de Santa Ana, que nos invita a vivir en unidad entre el ser, decir y obrar. Ser sencillo significa permanecer abierto a la verdad de Dios para enriquecerse de su sabiduría, ajeno de dobleces y prejuicios.
ESPIRITUALIDAD
Es la forma como expresamos el carisma en nuestra vivencia cotidiana.
Espíritu de Familia: expresado en un espíritu de comunión, de verdadera fraternidad, de fuerte solidaridad.
Donación Materna y Paterna: continuamos la misión de Santa Ana y San Joaquín, es un amor materno y paterno lleno de ternura y bondad, misericordioso, gratuito y disponible.
Pobreza de Corazón: Jesús, despojándose de su condición divina y haciéndose hombre hasta la muerte, nos muestra la pobreza de corazón como condición necesaria para pertenecer al Reino.